Hoy día son cada vez más personas y sobretodo niños pequeños que padecen alguna alergia o intolerancia alimentaria. Concretamente en España hay más de 3 millones de personas con este problema. Estas personas necesitan de unos alimentos especiales que a veces son difícil de encontrar pero que son indispensables para su dieta diaria.
Debemos distinguir entre lo que es una alergia alimentaria de una intolerancia a la alimentación.
En una alergia alimentaria se ve implicado el sistema inmunológico, provocando una respuesta negativa ante el contacto con un alimento concreto. Esta respuesta inmunológica puede provocar desde erupciones cutáneas, rinitis a shock anafilático y muerte.
Sin embargo, una intolerancia alimentaria no la puede digerir ni asimilar el estómago de forma correcta el alimento concreto, provocando de esta manera, reacciones no deseadas en el organismo.
Las intolerancias más comunes
Las intolerancias alimentarias más frecuentes y conocidas son la intolerancia a la lactosa y al gluten. También se suelen dar a la fructosa y a la histamina pero con menor frecuencia.
Intolerancia a la lactosa. La lactosa es el azúcar de la leche. Se da cuando el organismo deja de producir lactosa (la enzima encargada de digerir la lactosa en el intestino delgado), haciendo que el azúcar de la leche no se pueda asimilar. Los síntomas de esta enfermedad son: la distensión y dolor abdominal, gases, vómitos, diarrea, heces malolientes, ruidos intestinales, dolor tipo cólico, etc. También puede darse otros tipos de síntomas tales como cansancio, problemas de piel, dolor articular, dolor de cabeza, insomnio, nerviosismo, etc. Lo que está claro es que aparecen una vez consumido leche u otros lácteos como queso, yogur…
La intolerancia a la lactosa no es una enfermedad para toda la vida, depende del grado de lactasa que tenga el cuerpo. Para ello, es necesario que el médico diagnostique con una serie de pruebas su problema. Dependiendo de la sensibilidad a la lactosa se puede tolerar alguna ingesta al día de alimentos con calcio aunque será el médico quien le hará una dieta especial de los productos que puede comprar.
Intolerancia al gluten o enfermedad celíaca. Es la proteína que se encuentra en muchos cereales, entre ellos, el trigo. Esta proteína conocida como gliadina hace que al ingerirla la persona intolerante, provoque un trastorno autoinmune que inflama de forma crónica la parte próxima del intestino delgado o yeyuno. Los síntomas más comunes son dolor abdominal, gases, retraso del crecimiento en niños y perdida de peso, calambres en el abdomen, náuseas y vómitos, falta de apetito, úlceras en la boca, pérdida de peso repentina, aparición de dermatitis herpetiforme…
La Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) distribuye unas listas entre sus socios con los alimentos que pueden ingerir.
Si la persona con intolerancia al gluten continúa incluyéndolo en su alimentación, se dañará bastante la mucosa intestinal que puede incluso verse afectada la absorción de otros nutrientes y provocar una desnutrición. Para ello, se realizan Tests de Intolerancia Alimentaria para averiguar si se padece intolerancia al gluten o a otro nutriente.
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