Tanto los aceites esenciales como las plantas han sido utilizadas desde la época de las antiguas civilizaciones. Su uso era muy común en los rituales para fines religiosos, como la momificación, como cosméticos, inciensos o perfumes y prevenían y curaban enfermedades.
Características de los aceites esenciales
Los aceites esenciales son compuestos naturales que se encuentran en distintas partes de una planta aromática: en las hojas, flores, semillas, tallos, cortezas, raíces y otras partes. Son poderosamente aromáticos, además de darle protección a las plantas en contra de sus depredadores y enfermedades juegan un rol importante en el proceso de polinización,
Los aceites esenciales carecen de grasa y esa característica hace que no se rancien. Se evaporan con mucha facilidad, se oxidan por exposición al aire y son pocos densos. Estos aceites no se disuelven en agua, por eso se utilizan con alcohol, aceites vegetales y ceras. Además, son frescos al tacto e inmediatamente absorbidos por la piel. Puros e inalterables, los aceites esenciales son translúcidos y varían en color desde cristalinos hasta un azul profundo.
Propiedades
- Afectan al psique (el alma). El aroma de los aceites esenciales provoca respuestas fisiológicas ya sea levantando nuestro ánimo, ayudando a combatir la depresión, disminuyendo la ansiedad, aumentando la memoria y ayudando a sobrellevar traumas, entre otros. Por ejemplo: Lavanda, naranja, rosa y jazmín.
- Apoyan el sistema inmunológico. Algunos aceites esenciales pueden elevar los niveles de linfocitos y estimular el sistema inmunológico. Por ejemplo: manzanilla alemana, clavo de olor, limón y ajedrea.
- Suministran antimicrobiales potentes, Son muy eficaces antes las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos. Según estudios hasta son eficaces contra el EDRM (estafilococo dorado) que es resistente a muchos antibióticos. Ejemplo: melisa, eucalipto, árbol del te y romero.
- Proveen alivio natural al dolor. A través de masajes a los músculos cansados o doloridos con los aceites esenciales. Pueden incluso aumentar la producción de endorfinas y activar los neurotransmisores en el cerebro que calman el dolor. Por ejemplo: pimienta negra, jengibre y lavanda.
- Poseen propiedades anti-inflamatorias. La mayoría de las enfermedades crónicas tienen un factor común. la inflamación. Los aceites esenciales como el enebro, tomillo, hinojo, tienen potentes propiedades anti-inflamatorias.
- Reducen el estrés y la ansiedad. La tensión excesiva, la ansiedad y el estrés son emociones asociadas con las enfermedades crónicas incluyendo el cáncer. Los aceites esenciales calman y dan equilibrio sin efectos secundarios. Por ejemplo: incienso. melisa y lavanda.
- Disminuyen el insomnio. Por ejemplo: la lavanda enriquece el sueño, ayuda a relajarse y disminuye la ansiedad. Otros aceites esenciales que ayudan son la valeriana, incienso, salvia clarea y cistus.
- Rejuvenecen la piel. Ayudan a mejorar el acné, las pecas, las estrías, el eczema, los poros tapados y la piel reseca. Por ejemplo: geranio, árbol del te. lavanda, incienso,y manzanilla romana.
- Calman los malestares digestivos. Son calmantes y eficaces para la digestión cuando se untan en la zona abdominal. El ingerir pequeñas cantidades alivian las náuseas, la indigestión, la diarrea, los gases. Por ejemplo: menta y jengibre.
Precauciones
- No deben de usarse puros en los ojos, la nariz, los oídos ni en las zonas anogenitales.
- Mantener alejados de las embarazadas y niños.
- Normalmente no se deben ingerir al menos que lo indique.
- Evitar el uso de aceites esenciales fotosensibilizadores antes de exponerse al sol. Son las esencias de cítricos extraídos de la corteza: bergamota, limón, pomelo, naranja y mandarina.
- Informarse antes de usarlos las personas con alergias, epilépticas y los mayores.
- Lavarse las manos después de cada uso.
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